Hay realismos y realismos. Hay cuadros realistas que a mí personalmente no me aportan mucho más que la admiración hacia la técnica y minuciosidad necesarias para reproducir fielmente la realidad, casi como lo haría una buena fotografía:
Sin embargo, otros cuadros realistas sí consiguen despertar algo en mi interior; el recuerdo de una luz irrecuperable que me iluminaba en el pasado y que ya nunca más volverá o de algo que nunca tuve pero que siempre añoraré:
Ambos cuadros son obra de Gerardo Pita y forman parte de la exposición actual sobre el Realismo español del siglo XX del Museo Thyssen de Málaga.